viernes, 25 de septiembre de 2009

PELUSA BAJO LA CAMA

Siempre he pensado que la primera virtud del ser humano debe ser la integridad, y como tal, debe dar ejemplo con su propia vida. Os cuento el bodevil en el que se vio envuelta una mujer por un compañero del trabajo.

Suena el teléfono y Margarita contesta a pesar de que es la quinta vez que le llama esta semana. Quizás lo hace por el afecto escondido hacia él, porque disfruta sabiendo que siempre recurre a ella en los momentos difíciles, o porque este vínculo se ha convertido en un círculo vicioso. El caso es que momentos después de colgar, ya estaba sacando el coche del garaje.

La casa estaba relativamente cerca, pero había que seguir distintos caminos rurales y recordar cruces y bifurcaciones. Sólo había ido en otra ocasión, para llevarlo al encuentro de su amante. Estaba un poco harta de este tema, quizás porque se sentía amenazada por "la otra", pero sabía que no podía dejarlo solo. Sus palabras fueron claras:- ven, echando leches. Estoy debajo de la cama de sus padres, y su padre acaba de llegar. Inventate algo para que pueda salir mientras le entretienes.

Al llegar a la puerta, el corazón latía de manera exagerada. Miles de ideas le daban vueltas, y decidió llamar a su amante:- Eva! tu padre está en la casa de campo y Luis debajo de su cama, yo acabo de llegar!Qué hago?. La otra, al otro lado del teléfono, le propone una idea, que a Margarita le parece bien, asi que cuelga. Respira hondo y sale del coche.

-Buenas tardes!. Soy una compañera de trabajo de Eva. Voy hacia la academia y me ha pedido que le recoja unos apuntes y como he visto que había un coche, he parado.
- Pasa, pasa. La habitación de Eva está en la planta de arriba. Te acompaño.

Mientras, recoje unos papeles cualquiera, Luis baja las escaleras y se mete en el coche de Margarita y se tira al suelo.

Un rato después sale ella, arranca el coche y se van.

Lo único que le preocupaba a Luis era que su camisa se había llenado de pelusa.- Qué asco!, tengo la camisa llena de pelusas, en esa casa no barren bajo la cama o qué!

sábado, 19 de septiembre de 2009

BOCA CERRADA

En cierta ocasión, en una comida familiar surgió el tema de las meteduras de pata. La verdad es, que yo soy una veterana en eso de abrir la boca demasiado, asi que hoy voy a destapar la mía.
Hace unos años, cuando la frescura de la juventud y el aroma universitario afloraba en toda yo, ahí estaba, sentada en el salón de actos, en un seminario del doctorado, escuchando a los mejores especialistas del momento. La verdad es que las charlas y los debates estaban muy bien, hasta que llegó el calvito. Ay, era superior a mí. No sé por qué pero me pareció tan flojo, tan flojo, que no pude reprimirme y a la salida, cuando volvíamos al hotel, allá que suelto por mi boca: "pues a mí el calvito me parece un fraude. Ese ha hecho el agosto con nuestras matrículas. Así cualquiera ganapasta".
Acto seguido, noté que mi espacio áureo interpersonal se hacía más grande. Sólo se quedó conmigo mi amiga Pilar, esas que son pa toda la vida y me dijo: madre mia, Carola, que fuerte. Yo, que no entendí su respuesta la miré extrañada y le pregunté: ¿fuerte? y aún me he quedado corta. - No tía, me contesta Pilar. Ese calvito es el tío de Jose Antonio.
Vaya, Querido Jose Antonio. Compañero simpar donde los haya. Amabilísimo y añorado siempre. Nunca olvidaré que gracias a tí, la matrícula nos la hicieron fuera de plazo. Cómo agradecerte todo esto y hacer que olvides....uggg

sábado, 5 de septiembre de 2009

LOS PELIGROS DE LA TECNOLOGÍA

Cuando en una oficina se comparte material tecnológico puede acarrear situaciones cuando menos ridículas. Siempre me ha gustado llevar al trabajo mi propio portátil (evitas el tránsito y acomodo de virus), pero después de lo que me contó una de mis hermanas, procuraré no olvidármelo, por si las moscas.

Mi hermana me contaba que donde trabajaba su marido, unas cinco personas compartían el ordenador personal. Cada uno de ellos tenía su pen driver para almacenar archivos de la empresa y poder servir a la causa aun estando en casa. Claro que, si aparte del material de la empresa llevas otro personal, puede estar en peligro de ser descubierto. Uno de ellos llevaba en el pen una carpeta con fotos personales, y en un momento dado, volcó toda la información sobre el ordenador, sin acordarse de ese otro material. Cuando se activan programas de archivo de fotos, éstos escanean todo el ordenador y muestran en carpetas todas las fotos disponibles, de modo que durante dos semanas, los compañeros del pobre inocente, se pasearon por su casa de verano, por sus paellas de domingo con la familia y por el dormitorio de una señorita, ligerita de ropa, que no se parecía mucho a su esposa.